A cada uno de vosotros se le concede el paso sobre la tierra, que quiere alcanzar la filiación divina, pero no todos la alcanzan, sino solo unos pocos cuyo paso terrenal es tan exitoso que pueden finalizarlo como hijos verdaderos, que el Padre puede recoger en Su reino. Porque se deben cumplir unas condiciones que los hombres podrían cumplir, pero que cuestan demasiado domino sobre si mismo para ser tomadas en serio de todos los hombres. Un requisito previo para lograr la filiación divina es una vida amorosa que conduzca a un alto grado de madurez mental y solo muy pocos hombres están dispuestos a involucrarse en esto. Pero no es imposible, Dios no le exige algo, que sea inalcanzable para el hombre ….

Pero la filiación divina asegura al ser una existencia inmensamente bendecida en la cercanía más próxima del Padre …. Lo que esto significa, no se puede explicaros exhaustivamente, pero este es un destino, lo que promete al ser la más alta felicidad, que se ha convertido de una “criatura” de Dios a Su “hijo” …. Entonces Dios logró su objetivo que ya había planeado en la creación de innumerables seres mentales y que de la misma manera lo prepara a Él Mismo una felicidad ilimitada. Pero para lograr este objetivo se requiere el libre albedrio de cada ser individual y, por lo tanto, raras veces habrá hombres en la tierra que aspiren tan seriamente este objetivo y estén absorbidos por el amor durante su camino terrenal.

Y, sin embargo, todo ser humano podría lograrlo, porque vivir en el amor no es demasiado difícil si el hombre solo tuviera la voluntad seria de hacerlo. Pero el amor debe ser practicado por sí mismo y no por cálculo, ya que este último no sería amor. El amor debe encenderse en el corazón, y ahora, a través de la acción en el amor, encenderse y iluminarse más y más intensamente, entonces el fuego del amor arrastra todo alrededor de sí mismo y se apodera rápidamente de todo …. o incluso …. Él que una vez es empujado desde adentro para actuar con amor, nunca se va a rendir, porque cada obra de amor está ligada con el Amor Eterno y lo llena siempre con fuerza nueva, que a su vez usa nuevamente para obrar con amor.

Pero el hombre está demasiado lleno del amor a sí mismo, y mientras no lo derrote, es decir, que se supere a sí mismo, permanece siempre en los intentos, pero nunca en un esfuerzo sincero, por cumplir los mandamientos del amor. Pero solo el comienzo costará la superación, porque una persona amorosa pronto se queda insatisfecha por lo que quiera hacerse a sí mismo …. Encuentra más felicidad en obras de amor al prójimo que en el cumplimiento de sus propios deseos y ganas.

Y este grado tiene que ser alcanzado, y luego también el logro de la filiación divina, que exige solo un amor desinteresado, que un día le traerá una felicidad infinita, como el Padre lo prepara para su hijo, a quien Él lo ama por encima de todo. Todos vosotros podéis llegar a ser hijos de Dios, pero la promesa de la herencia del Padre estará con Sus hijos, quienes regresarán de la tierra directamente a los brazos del Padre, quienes recibirán de inmediato Su fuerza de amor, y por lo tanto estarán directamente irradiados de Él, lo que significa una dicha ilimitada.

Solo el paso sobre esta tierra trae le filiación divina a los espíritus/mentes primordiales una vez caídos, aunque las otras almas también esperan una dicha en el reino mental, cuando se han desarrollados como seres de luz en la tierra o también en el más allá, pero el grado de luz de todos los seres es diferente.

Y el grado más alto que se puede alcanzar en la tierra es el grado de filiación divina, al que todos vosotros debéis luchar, y que podríais lograr con buena voluntad y un vínculo íntimo con el Dios y Creador que quiere ser vuestro Padre ….

Porque este vínculo íntimo os traerá la fuerza para superaros a vosotros mismos, y si os habéis vueltos completamente desinteresados, siempre trabajarais en el amor, buscarais hacer feliz y no pensar en vosotros mismos, sino siempre pensar en el prójimo. Y entonces el grado de amor aumentará y la presencia de Dios será segura para vosotros, lo que también es una garantía de que estáis cerca del Padre …. Porque el Padre desea a Sus hijos, a quienes quiere preparar una vida eterna en la dicha ilimitada ….

Amén